domingo, 28 de octubre de 2007

Locos Logros



Martín, es el máximo goleador del fútbol argentino en actividad por campeonatos oficiales de la AFA.
Es el máximo goleador internacional del Club Boca Juniors, ya que superó la marca de Guillermo Barros Schelotto con quien compartía ese primer lugar. Ocupa el tercer lugar como goleador en la historia general de Boca y el segundo lugar en el profesionalismo.
Consiguió junto a sus compañeros de Boca, 6 títulos a nivel nacional y 7 a nivel internacional.
Fué el goleador del Torneo Apertura en el año 1998. Y lo reconocieron como "El Rey Del Fútbol de América" y como el mejor jugador de la Copa Intercontinental, y Logró ser el goleador del Torneo Clausura 2007.





Distinciones Personales.

Goleador Torneo Apertura 1998. (20 goles en 19 partidos) ...
1998.
“Rey del Fútbol de América”. (Diario “EL País”, Uruguay).
1998.
Mejor Jugador de La Copa Intercontinental.
2000.-
Goleador Torneo Clausura 2007. (11 goles en 19 partidos) ...
2007.-





Campeonatos Nacionales.


Nacional B. Estudiantes. Argentina. 1994/1995.
Torneo Apertura. Boca Juniors. Argentina. 1998.
Torneo Clausura. Boca Juniors. Argentina. 1999.


Torneo Apertura. Boca Juniors. Argentina. 2000.
Torneo Apertura. Boca Juniors. Argentina. 2005.
Torneo Clausura. Boca Juniors. Argentina. 2006.





Copas Internacionales.


Copa Libertadores. Boca Juniors. Argentina. 2000.
Copa Intercontinental. Boca Juniors. Argentina. 2000.
Copa Sudamericana. Boca Juniors. Argentina. 2004.
Recopa Sudamericana. Boca Juniors. Argentina. 2005.
Copa Sudamericana. Boca Juniors. Argentina. 2005.
Recopa Sudamericana. Boca Juniors. Argentina 2006.
Copa Libertadores. Boca Juniors. Argentina 2007.

Las lesiones del Loco


Sufrió tres lesiones importantesa lo largo de su carrera. El 13 de noviembre, el conjunto xeneize visitó a Colón. Martín esa noche, se rompió el ligamento cruzado anterior de la pierna derecha y antes de salir marcó su gol número 100. Estuvo inactivo durante 6 meses. Regresó por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, marcando un gol. Jugando para el Villarreal, en España, el 29 de noviembre del 2001. Estaba festejando un gol y un muro que separaba la tribuna del campo de juego, se le cayó en la pierna y le provocó, doble fractura de tibia y peroné. Estuvo inactivo más de 4 meses. El domingo 8 de octubre de 2006, jugando para Boca, en el partido ante River, buscando hacer un gol, el arquero se le cayó sobre su pierna derecha. Y le provocó una lesión en los ligamentos internos de su rodilla derecha, en grado 2. Por suerte no afectó a los ligamentos cruzados, ni a los meniscos y no tendrá que ser intervenido quirúrgicamente. Le llevará un mes, un mes y medio de recuperación.
Afortunadamente salió bien de la lesión y su recuperación fue pronta.

martes, 23 de octubre de 2007

Martín Palermo: "No soy menos que los delanteros del Milan"


Para muchos, la carrera futbolística de Martín Palermo debería ser llevada al cine. Y quizás tengan razón. Porque para que el Loco llegara a ser el referente que es hoy del popular Boca Juniors, debió pasar mucha agua debajo del puente...
Palermo nació en La Plata el 7 de noviembre de 1993 y se inició en las categorías menores de Estudiantes. En 1992 hizo su debut en Primera, pero recién un año después marcaría su primer gol, entablando un romance con la red que todavía perdura. Sin embargo, fue en el segundo semestre de 1995 que su carrera daría vuelco de 180º.
Luego de aportar poco para que Estudiantes regresara a la máxima categoría, Palermo apenas si era tenido en cuenta por la dupla que entrenaba al Pincha aquel momento. De hecho, una diferencia económica evitó que el centrodelantero de 1,87 metros pasara a préstamo a un club del ascenso. Vale aclarar, a esta altura, que uno de aquellos entrenadores era el mismo Miguel Ángel Russo que hoy le da la capitanía de Boca.
Palermo se quedó, llegó un nuevo director técnico y con él, la titularidad a fuerza de festejos: fueron 32 en dos temporadas, que le valieron su pase a Boca en 1997. Con Carlos Bianchi en la banca, el Loco se cansó de hacer goles, ya sea de cabeza, su fuerte; con zurda, su pierna hábil; o de derecha, con más fortuna que precisión. "Martín es un optimista del gol", lo definió el mismo Bianchi.
En 1998 convirtió 20 en 19 fechas, récord vigente en torneos cortos. En 1999 sufrió una seria lesión, pero volvió a jugar contra River por los cuartos de final de la Libertadores: anotó un gol en el 3-0 con se saldó aquel clásico. Ese mismo año, con la selección nacional, falló tres penales en un partido ante Colombia por la Copa América. Uno más tarde, sin embargo, llegó su consagración, al anotar los dos tantos con los cuales Boca derrotó al Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental 2000.
A su paso sin éxito por España le siguió un regreso triunfal a Boca: desde 2004, dio seis vueltas olímpicas -entre ellas, la Libertadores de este año-, se transformó en el máximo goleador en actividad del fútbol argentino y va por el título de máximo artillero en la historia de Boca. La máxima figura que llevará el xeneize al Lejano Oriente habló en exclusiva con FIFA.com: Luz, cámara... ¡Acción!
Señor Palermo, ¿qué significa para usted volver a Japón a disputar el Mundial de Clubes?
Un torneo y un objetivo muy importantes, tanto para mí como para todos nosotros. Será una nueva experiencia ya que nunca la jugamos con este formato, pero trae buenos recuerdos para los que ya vivimos una Intercontinental. Para aquellos que tendrán su primera vez, será importante que lo valoren por la importancia que tiene para el club y para ellos.
¿Cuántas veces ha visto sus goles al Real Madrid en la final de 2000?
¡Muchas! Me los han hecho ver en infinidad de oportunidades, pero uno no se cansa nunca, ya que es un recuerdo muy lindo, algo único, que no pasa todos los días. ¡Por suerte, cada vez que los miro la pelota sigue entrando!
¿Qué cualidad de aquel equipo será indispensable este año si Boca quiere coronarse otra vez en Japón?
Sin dudas, el convencimiento que teníamos de que podíamos ganar la final ante el Real o ante el equipo que se nos plantara adelante. Si repetimos esa actitud, tendremos más posibilidades de salir campeones.
¿Será ese el motivo por el cual hasta ahora, los Mundiales de Clubes anteriores quedaron en manos sudamericanas?
Es difícil saberlo, son varios factores que influyen en torneos así. De lo que estoy seguro, después de haber estado en Japón y de haber jugado en Europa, es que ellos le dan la importancia que se merece. A nadie le gusta perder, y menos a este tipo de equipos.
¿Le preguntan algo sus compañeros más jóvenes sobre su experiencia previa?
Por ahora no mucho, porque estamos pensando en el campeonato local, donde debemos recuperarnos lo antes posible de la derrota ante River, que dolió y mucho. Ya habrá tiempo para pensar en Japón. Sin embargo, imagino que interiormente los más chicos saben de la trascendencia que adquiere: va más allá del país de uno, es mundial. Los jóvenes deben imaginarse la importancia que este torneo puede tener para su futuro.
Puede que le toque enfrentar a delanteros como Kaká, Ronaldo, Filippo Inzaghi, Alberto Gilardino... ¿Qué tiene usted para compararse con ellos?
Todos los que nombró son jugadores de selección, pero no me siento inferior a ninguno. Ellos tuvieron la suerte de llegar a un equipo grande como el Milan, y yo en uno grande como Boca. Sí creo que en mi capacidad y lo que he hecho en mis años en el fútbol. Con eso me basta.
¿A qué edad un futbolista empieza a jugar por la gloria?
Creo que desde las inferiores. Cuando sos pibe y jugás tus primeros partidos, empezás a soñar con cosas que podés llegar a vivir en un equipo de primera división. Si en ese momento no sentís que tenés la posibilidad de hacer algo que quede en la historia de un club, es como te falta algo. Luego la vida misma te va poniendo metas y los sueños cambian. Pero siempre buscás la gloria.
¿Le quedan sueños por cumplir con la camiseta xeneize?
Siempre quedan objetivos por alcanzar si uno se los propone, como lo es ganar el torneo local y luego el Mundial de Clubes en Japón. Es difícil no tener un sueño por cumplir cuando por delante hay competencias tan importantes. ¿A quién no le gustaría jugar la final con el Milan? Esto es Boca y acá siempre hay que querés ganar más y más. En lo individual, me encantaría transformarme en el goleador histórico del club, ya que justamente el gol fue lo que siempre me identificó con Boca.
¿Qué se siente ser ídolo en un club tan popular como Boca?
Mientras está actividad, uno nunca termina de tomar real dimensión. El hincha de Boca es muy agradecido conmigo, pero creo que lo será más cuando ya no esté.
El título mundial en Japón, ¿podría ser el broche de oro para su carrera?
Y... Sin dudas, sería importantísimo revivir, siete años después de lo del Real Madrid, todo lo que eso significa a esta altura de mi carrera... Voy a llegar con 34 años, pero no creo que un resultado le vaya a poner fecha a mi retiro.
La última: ¿la selección es un capítulo cerrado para usted?
¡Para nada! Alfio Basile me conoce de su paso por Boca, por lo que mantendré mis esperanzas como cualquier otro jugador. Pero soy realista, y ahora lo primero es concentrarme en Boca, seguir haciendo bien las cosas y aspirar a ganar otro título mundial.

Es Burrito pero sabe lo que dice


El delantero de River sorprendió al decir que el goleador de Boca se merecía otra oportunidad en el seleccionado argentino. También habló sobre el momento que le toca vivir a Passarella en el club.

El "Burrito" Ortega dijo que "a Palermo todos lo critican pero el tipo va a la cancha y en todos los partidos te hace goles desde hace mucho tiempo". Asimismo, agregó que "le dieron la posibilidad a (Germán) Denis, que la tiene merecida, pero Palermo también podría estar. Pasa un partido o dos sin hacer goles y después hace cuatro. Si hay un jugador que hubiese merecido estar en la Selección, para mí es Palermo", sentenció Ortega en el programa Mañanas Informales, de Canal 13.Un Ariel Ortega auténtico mostró toda su felicidad tras su gran actuación y la de todo River en la victoria en el superclásico del domingo pasado. Respaldó al entrenador Daniel Passarella y habló de su relación con los más chicos en el vestuario para motivarlos y mostrarles lo que significa vestir la camiseta “millonaria”. Passarella, actualmente cuestionado por los hinchas a pesar de la gran victoria del domingo. “Cualquier técnico te puede dar una charla pero si vos entras a la cancha y no te sale la ambición, que el contrario no te pase excede al entrenador. Te dice los errores, ama a River, y tiene amor propio. Tiene sus errores, pero los que entramos a la cancha somos nosotros”, expresó al programa Estudio Fútbol.Ante las bajas actuaciones del equipo "millonario" en los últimos partidos, donde se lo vio fastidioso con sus compañeros, especialmente con los más chicos expresó: “Así como hay chicos que tienen las cosas claras, hay muchos que están confundidos muy cómodos y no tienen hambre de lograr cosas”. Cuando se le preguntó por como reaccionó el plantel ante la vuelta al arco de Juan Pablo Carrizo, tras las grandes actuaciones de Marcelo Ojeda no tuvo problemas en dar su opinión. “Fue una situación rara porque Ojeda venía atajando muy bien. Después vino Carrizo y sabemos lo que es. La situación fue incomoda. Me pongo en el lugar de uno y del otro, pero nosotros estamos al margen”, dijo.Por último habló de su progresiva recuperación por su adicción al alcohol. “Estoy feliz y lo comparto con mi familia. Tengo muy presente el daño que en su momento causé. Estoy recuperando la relación con mis hijos y el disfrutar de estar en mi casa”.“Se que van a venir momentos más difíciles, pero tengo presente a mis seres queridos para no cometer los mismos errores. Todos los momentos son complicados es un tema delicado. Cuando estas eufórico o cuando estas triste hay que mantener un equilibrio”, reflexionó.

domingo, 21 de octubre de 2007

El empate no alcanzó


Boca igualó en 1 frente a Estudiantes de la Plata. A Boca Juniors no le alcanza con el empate para alcanzar al puntero pero sigue en pelea. Para rescatar algo bueno, Martín volvió a mojar y está cada vez más cerca de lograr su objetivo.

GRACIAS LOCO POR TANTAS ALEGRIAS!!

COCO PARA CUANDO LA SELECCION??

Hoy frente a Estudiantes...

Hoy Martín se enfrenta al club que lo vio nacer, y tan querido por él.
Esperemos que se sienta comodo en su casa (La Bombonera) y que ganemos, y si es posible que El Loco se acerque cada vez mas al record de Varallo, otro ídolo xeneize.

Hora: 16.10 (TV)

Estadio: Alberto J. Armando

Arbitro: Rafael Furchi

BOCA JUNIORS:Mauricio Caranta; Hugo Ibarra, Facundo Roncaglia, Gabriel Paletta y Claudio Morel Rodríguez; Pablo Ledesma, Sebastián Battaglia, Alvaro González; Leandro Gracián; Rodrigo Palacio y Martín Palermo. DT: Miguel A. Russo.

- ESTUDIANTES DE LA PLATA:Mariano Andújar; Pablo Alvarez, Agustín Alayes, Sebastián Domínguez y Leandro Desábato; Enzo Pérez, Edgar González, Juan Sebastián Verón y Pablo Piatti; Juan Manuel Salgueiro y Ezequiel Maggiolo. DT: Diego Simeone.

MUY FELIZ DIA DE LA MADRE !!

Su paso por el Club Atlético Boca Juniors (Parte II)


Durante el primer semestre del 2004, recuperó la esperanza perdida, hizo 6 goles en 13 partidos. Ganó la Copa Sudamericana con un gol suyo. A mediados del 2004 regresó a la Argentina para jugar en Boca Juniors. Pese a una expulsión en su primer partido volvió a contar con un puesto como titular y a hacerse presente en las redes rivales. El equipo fracasó en el Apertura pero obtuvo la Copa Sudamericana gracias a él, que hizo un gol increíble. El primer semestre del 2005 no fue positivo para el equipo ni para él, que vió peligrar su puesto durante la conducción de “El Chino” Benítez, pero con la llegada de Alfio Basile, “El Loco” volvió a ser inamovible y Boca se quedó con todas las competencias que disputó en la temporada 2005-2006. Martín, ni bien retornó a Boca se quedó al margen de los tres amistosos que disputó el equipo y afirmó que le gustaría jugar en Japón, en el cuarto compromiso de la gira, ante el Albirexs Niigata, de ese país. Martín decía esto: "Estoy ansioso por jugar, tengo ganas de integrarme al equipo cuánto antes y espero poder hacerlo aunque sea unos minutos en Japón". Boca disputaba el cuarto amistoso de su gira, partido en el que el entrenador Miguel Brindisi tendría pensado incluir a Palermo para que vaya acumulando minutos de fútbol pensando en el comienzo de la actividad oficial. Tras ese encuentro, el plantel viajaba hacia Europa para enfrentar al Manchester United de Inglaterra, al Urawa Red Diamond de Japón y al PSV Eindhoven de Holanda. Martín, era la principal incorporación del equipo dirigido por Brindisi y afrontaba una larga inactividad tras haberse desvinculado del Alavés, uno de los tres clubes españoles en los que militó trás marcharse de Boca en diciembre del 2001. El Boca de Brindisi disputo tres amistosos en Estados Unidos, todos ante rivales mexicanos: empató dos veces ante Las Chivas de Guadalajara (perdió tras el segundo partido en definición por penales) y superó a América por 3 a 1. El primer triunfo de la era Brindisi se consumó en el estadio SBC Park de San Francisco a través de los goles de Rolando Schiavi, de tiro penal y Ariel Carreño en el primer tiempo y del cordobés Pablo Ledesma.De ahí en más lo que todos conocemos, Martín volvió al club del cual nunca se tendría que haber ido, su gira europea, fué un crecimiento para su carrera y cuando volvió a Boca no tuvo más que el apoyo de todos y el cariño de toda la gente, porque Palermo y Boca van de la mano escribiendo una gran historia.
En el torneo anterior, llegó a su gol número 150 y tras marcar otro tanto ante Estudiantes superó nada menos que la marca de Maradona, en varios partidos jugó como capitán y es el encargado de darle goles y alegrías a éste club, actualmente en lo profesional va por más, es una máquina de hacer goles y de estar ahí donde tiene que estar. Siempre que Boca lo necesitó el cumplió y eso es impagable por eso se ganó el corazón, el respeto y la admiración de todos.
Con 33 años, juega mucho mejor que cualquier juvenil y ya no se dedica sólo a hacer goles, sino que asiste, define y juega más que como un gran goleador como un gran jugador, que tiene esa cuota especial la de hacer goles, goles y más goles. Martín, se convirtió en uno de los principales goleadores de la historia del club. En lo que va del 2007, El Loco sigue haciendo historia y rompiendo récords.Su primer gol en el Torneo Clausura lo marcó ante Independiente desde 60 metros (estaba detrás de la línea de media cancha). Después de éste emocionante golazo, le marcó 3 goles a Estudiantes y luego 4 a Gimnasia. Esa fué la primera vez qué Martín hizo 4 goles en un mismo partido.Trás marcar un gol en la primera ronda de La Copa Libertadores alcanzó a Guillermo Barros Schelotto con 25 goles compartiendo así el primer lugar, cómo máximo goleador de Boca en Torneos Internacionales.Cómo el Loco, es un goleador goloso siempre quiere más...Sigue sumando goles para alcanzar a Varallo y convertirse así en el máximo goleador de Boca en la era profesional.

Su paso por el Alavés


Alavés es un equipo de segunda división del fútbol español. Finalizando el año 2003 firmó a préstamo su pase. Acá, Martín logró un mayor rendimiento futbolístico, pero con poca puntería con el arco, en 12 partidos marco solo 3 goles. Pero peleó junto a sus compañeros hasta el final del campeonato buscando un ascenso que lamentablemente nunca llegó. Aquí termina el paso por Martín en Europa, más precisamente por el fútbol español, no se puede decir que le fue mal al contrario jugó muy bien quizás le faltaron goles y encima padeció una lesión muy importante que lo alejo un buen tiempo del fútbol, pero nos ha representado muy bien, nos sentimos muy orgullosos de él y contento de tenerlo otra vez entre nosotros, los xeneizes que tanto lo extrañamos, que tanto lo necesitamos y que tanto lo queremos. Martín, es irremplazable, podrán imitarlo, jugar en su misma posición y hacer miles de goles, pero no podrán igualarlo ni ocupar su lugar, porque otro como él no habrá.

Su paso el el Real Betis


El 20 de agosto del 2003, se desvinculó del Villarreal, para sumarse al club sevillano. No le fue tan bien como se esperaba, marco un gol en 12 partidos. El delantero argentino, firmó su contrato con el Betis, apenas un día después de haber rescindido su vínculo con el Villarreal, donde no tenía lugar en el plantel. El ex jugador de Estudiantes y Boca ya pasó la revisación médica y podría ser presentado esa misma tarde como refuerzo del club de Sevilla. Con la incorporación de Palermo, el Betis se retira del mercado de pases, aunque aún se encuentra a la espera de la posible reincorporación de otro delantero y de un lateral izquierdo. Según publicó el diario Marca, la llegada de Palermo viene a cubrir un puesto que el entrenador Víctor Fernández necesitaba reforzar, sobre todo tras la lesión de Dani en un amistoso, lo que mantendrá al delantero español en inactividad durante tres meses.

Su paso por el Villarreal


En el año 2000 el equipo Español pagó ocho millones de dólares por el cincuenta por ciento de su pase. Su debut fue con sabor a triunfo, jugó su primer partido, en el Madrigal, frente al Deportivo Alavés. “El submarino amarillo”, (así le dicen al Villarreal), ganó el encuentro por 2 a 0. Martín no pudo marcar pero asistió a Víctor en el primer gol y le cometieron dos claros penales, que no fueron sancionados por el árbitro. Se retiró a los veinte minutos del segundo tiempo y fue aplaudido por la afición local. En éste club Martín, sufrió una de sus peores lesiones y luego de 82 días de inactividad volvió a entrenarse. En total, hizo 21 goles. Fué transferido por no estar en los planes del Entrenador Benito Floro, al Real Betis en agosto del 2003.

jueves, 18 de octubre de 2007

Su paso por la Selección Nacional


La Selección Nacional, es una herida en el camino de Martín.
Su paso fue breve, en la era de Marcelo Bielsa.
Jugó 7 partidos y marcó 3 goles. La mala suerte se puso de su lado, cuando se calzó la celeste y blanca: entró en la historia del seleccionado por ser el primer jugador en errar tres penales en un mismo partido. Fué en la copa América 1999, que se jugó en Paraguay, en el partido ante Colombia. Argentina perdió 3 a 0. Martín declaró para una importante revista: "Los penales fueron mi sentencia de muerte. No tuve más chance, no tuve revancha, aunque lo que yo quería era tener la posibilidad de limpiar mi imagen, luego de ese duro momento. Hubo una época que ese tema me atormentaba pero ya no. Son cosas que pasan y lo único que me da pena es no poder brindar otra imagen". Pero como la vida da segundas oportunidades a quién se lo merece, Martín está cerquita de poder volver a integrar el equipo celeste y blanco. Y demostrarle a todo el mundo que es un gran jugador y que siempre está cuando un equipo lo necesita. Y lo que pasó aquella tarde fue solo un mal momento, un error que lo puede tener cualquiera, porque él no es perfecto y antes de ser un jugador es una persona y puede equivocarse. Además hay que respetarlo justamente por eso y porque como jugador de cien veces que un equipo lo necesitó, que no haya podido estar una o dos veces no es para reprochárselo o para criticarlo, hay que ver y reconocer todo lo que el rinde en la cancha y lo lindo que es verlo jugar y manejar la pelota a su antojo.
Y más lindo aún, es verlo hacer goles. No en vano hizo tantos y hoy en día siendo más grande, juega muchísimo mejor que cualquier juvenil, es un ejemplo, tiene una carrera maravillosa con más soles que nubes y eso es lo que vale.
Y para todos los que lo critican y esto es una opinión personal, déjenlo tranquilo y reconozcan que todo lo antes dicho es verdad, es así y no lo decimos porque lo queremos, lo decimos porque es verdad, porque también reconocemos sus errores pero no lo tiramos a matar, al contrario lo apoyamos porque repetimos es humano y puede equivocarse y ante todo hay que respetarlo como persona, como la maravilla de persona que es.
En el peor momento de su vida, arrancaba el campeonato y Boca lo necesitaba y él estuvo, pero estuvo presente y siendo el mejor jugador de la cancha es más, hizo dos golazos, entonces basta de decir que es Dios cuando hace goles y decir que es un perro cuando no los hace, reconozcamos estas cosas, él solo puede hacer cosas así, porque tiene la humildad, la grandeza y la luz que sólo tienen los grandes.
Por esto merece volver a ponerse la celeste y blanca. El nuevo técnico es El "Coco" Basile y él mas que nadie sabe lo que puede dar Martín adentro de la cancha.
Martín, cuando se enteró que Basile iba a ser el técnico de La Selección respondió ante un periodista, que le preguntó si pensó que lo podía llamar para jugar en el equipo, esto:"La verdad es que sí. Me conoce bien y sabe lo que rindo y lo que me puede pedir. No voy a mentir, no venía pensando en el Seleccionado, pero cuando anunciaron que El "Coco", iba a ser el nuevo entrenador sonreí y dije, porqué no otra oportunidad?". Sí, todos queremos otra oportunidad para Martín....

martes, 16 de octubre de 2007

Su gran paso por el Club Atlético Boca Juniors (Parte I)


Boca le ganó la pulseada a River y se quedó con Martín... El 14 de septiembre de 1997, debutó en la victoria por 2 a 1 ante Newéll´s. Comenzó con más dudas que certezas, pero se terminó afianzando y convirtiéndose en ídolo xeneize. Allí fue bicampeón local, campeón de la Copa Libertadores y del Mundo, marcando los dos goles decisivos para quedarse con la Intercontinental. Martín no entró a Boca con el pie derecho. Su pase tardó más de un mes en concretarse.
Estudiantes no quería desprenderse de él, pero finalmente lo hizo por la suma de 4 millones de dólares. En junio de 1997 dejó el club de sus amores para viajar al equipo más grande de Argentina. Boca lo esperaba en medio de una crisis que se reflejaba en los cinco años sin ganar un campeonato. Tardó en adaptarse y los medios de difusión nacionales empezaron a poner en duda su juego. Todo parecía indicar que iba a terminar como otros tantos delanteros que pasan por Boca sin pena ni gloria. Le criticaban que sólo sabía cabecear. Su primer gol con la camiseta de Boca fue el 30 de septiembre de 1997 en la séptima fecha del torneo Apertura, el rival era Independiente y el arquero Farid Mondragón. A partir de ese momento Palermo iba a demostrar que no estaba dispuesto a pasar desapercibido en Boca, la hinchada dudaba de la capacidad de él y era criticado por sus actuaciones, porque no cumplía -según ellos- con la función que tenía, la de hacer goles. En la décima fecha del torneo Apertura 97, Boca tenía que enfrentar a su archirrival. El partido contra River era una prueba de fuego para Martín y, como siempre, respondió con lo que mejor sabe hacer, goles. River se puso en ventaja con gol de Berti. En el segundo tiempo el “Huevo” Toresani empató el partido. A los 22 minutos Martín consiguió el triunfo. En un corner para Boca, se produjeron muchos forcejeos en el área y en ese instante, Palermo se elevó más alto que todos los demás y con un cabezazo de pique al suelo decretó el gol. Se sacó la camiseta y bajo la lluvia festejó con todos los hinchas, quizás con un poco de bronca acumulada porque las cosas, hasta ese momento, no le habían salido como él esperaba.
En su tiempo jugando para Boca, se puede decir que Martín ya tiene de “hijo” a River. Pero ésta paternidad tiene su historia. Jugando para Estudiantes ya le hizo varios goles. Por contar algunos ejemplo de lo que se está afirmando podemos recordar un partido en particular, jugado por una de las tantas copas de verano, dónde Palermo se despachó con tres goles para la holgada victoria de Boca por 3-0 contra su archirrival. El primero a los 15 minutos de la etapa inicial. Luego de un tiro libre que ejecutó Riquelme desde la izquierda, Palermo entró por la derecha, paró la pelota con el pecho y con un zurdazo certero venció a Burgos, al cuál la pelota le pasó por entre las piernas, en el segundo tiempo, a los 6 minutos, Palermo recibió otra pelota de Riquelme y ésta vez desde afuera del área despidió un zurdazo ante la salida desesperada de Burgos. A los 27 minutos Palermo le puso el moño a una actuación fantástica. Sobre la izquierda, lejos del arco, tras un saque de Burgos que no pudo dominar Hernán Díaz, el delantero tomó la pelota, vio al arquero adelantado, patió un zurdazo desde 35 metros aproximadamente que fue camino hacia la red ante el regreso desesperado del guardametas. El 24 de mayo del 2000 quedará guardado en la memoria y en el corazón de todos los hinchas Xeneizes, como uno de los días más gloriosos en la historia del club y particularmente como el día de: Martín Palermo. Se jugaba la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante River. Boca debía ganar por dos o más goles de ventaja para pasar automáticamente a las semifinales de la Copa (en el encuentro de ida había caído 2 a 1, en el Monumental). Cuando el reloj marcaba 77’ ingresó al campo de juego Martín Palermo, luego de 6 meses de inactividad por la rotura de ligamentos cruzado. En ese momento la Bombonera explotó, menos el sector visitante, que se quedó mudo del miedo que le agarró. La noche no podía ser más perfecta: apenas ingresó, Riquelme (de penal) puso el partido 2 a 0. Pero eso no era nada a comparación de lo que faltaba venir. A siete minutos del final del encuentro, Palermo recibió la pelota dentro del área rival, giró muy lentamente, ante la mirada atenta de los defensores millonarios, le pegó al balón y lo colocó junto al palo derecho del arquero Bonano y GOOOOL, 3 a 0 ¡¡¡y a festejar!!! Palermo lloraba de la alegría, la 12 gritaba como nunca y no era para menos, Boca pasaba a la semifinal de la Copa Libertadores de América y dejaba afuera a River, su eterno rival. Si para ese entonces, Palermo ya era muy querido por todos los boquenses, esa noche, sin lugar a dudas, se metió definitivamente en el corazón de la Mitad Más Uno. Gimnasia y Boca se enfrentaron en la fecha decimosexta del torneo Apertura 97. Los dos equipos peleaban, junto a River el campeonato; el que perdía se olvidaba. Además de éstos factores que influían en el partido, se agregaba uno más: era el primer partido de Martín Palermo contra Gimnasia jugando para Boca. Es de público conocimiento que Palermo es hincha fanático de Estudiantes, por lo que la hinchada de Gimnasia lo recibió muy mal. Para exteriorizar aún más su fanatismo, ese día tenía puesto unos botines rojos con vivos blancos. El partido era muy trabado y sin goles, parecía que el mayor favorecido era River, ya que sacaba dos puntos de diferencias a su inmediato perseguidor Boca, pero todavía quedaban algunos minutos y Martín los sabe aprovechar, luego de un centro desde la derecha y con la tribuna de Gimnasia detrás, Palermo se elevó y con un cabezazo cruzado estableció el 1-0 definitivo. Pero no termina ahí, más allá de lo que el gol significaba para Boca, porque seguía en la lucha por el campeonato, Palermo lo festejó con alma y vida por su pasado Pincha, salió desaforado gritando el gol frente a toda la hinchada gimnasista, se dirigió al banco de suplentes de Gimnasia y le dió la mano a Grigoul en un gesto de grandeza, después frente a la platea techada de Gimnasia se besó los botines albirrojos, lo que provocó la ira de los hinchas locales. El 7 de diciembre de 1997 no fue un día más en la vida de Martín, la gente de Estudiantes no se olvida de ese gesto, porque el corazón de Palermo es rojo y blanco. Palermo se enfrentaba por segunda vez a su rival particular, esta vez fue nuevamente el jugador imprescindible para poder ganar. Boca ganaba 1-0 con gol de Fabbri. El “Pampa” Sosa se encargó de empatar el partido, todavía en el primer tiempo, en la etapa final, Palermo se enchufó e hizo dos goles, en el primero recogió un rebote dentro del arco y de zurda venció al arquero del “Lobo”, Enzo Noce, el segundo fue un gol típico de él: luego de un centro desde la derecha se elevó y con un gran cabezazo introdujo la pelota en el centro del arco, para sorpresa de todos y para que dejen de criticarlo por sus festejos excéntricos, sólo gritó los goles, aunque en uno hizo como si se hubiese desmayado, de esa manera Palermo hizo los dos goles para sentenciar la victoria de Boca contra Gimnasia y él en particular con la hinchada tripera que lo había insultado todo el tiempo. Con el pasar de los partidos y a fuerza de goles se fue ganando la confianza del técnico y de los hinchas, en su primera temporada con la camiseta de Boca convirtió 8 goles. En el segundo torneo con Boca, Palermo se afianzó junto con su ex-rival Guillermo Barros Schelotto y formaron una dupla temible, quizás la mejor de toda Argentina, convirtió doce goles, pero no fue el máximo artillero del campeonato, Boca no consiguió ganar el título y el técnico Héctor Veira tuvo que dejar su cargo. Llegó Carlos Bianchi (goleador de Vélez en la época del '70) y Palermo aprendió mucho y el nuevo DT le dió toda su confianza y él respondió con lo que mejor sabe hacer: goles. En su primer torneo como director técnico de Boca, Carlos Bianchi consiguió el tan ansiado título que hacía ya seis años que los hinchas xeneizes lo estaban buscando. Gran parte de ese campeonato se lo deben a Martín Palermo, que le dió varios puntos con goles importantísimos en los últimos minutos. Se recuerdan dos partidos en especial: el gol del triunfo contra Talleres de Córdoba, en tiempo de descuento (fecha 15º) y los dos goles ante Rosario Central, específicamente el segundo de palomita faltando un minuto para la finalización del encuentro (fecha 16º). En la fecha número quince del torneo Apertura 1998. Boca buscaba el tan ansiado campeonato. El rival de turno era Talleres. En una tarde lluviosa, el partido comenzó con un gran gol de Guillermo Barros Schelloto, el equipo cordobés empató el partido. De ahí en más se dedicó a defenderse y Boca no encontraba la manera de romper la valla del arquero Cuenca. El tiempo se acababa y el partido parecía que iba a terminar con un empate, con sabor a derrota, con jugadores dirigidos técnicamente por Carlos Bianchi. Pero en los minutos adicionados apareció el gran goleador, Guillermo robó una pelota y se fue por la derecha, desbordó y tiró el centro al primer palo. Allí la fue a buscar Palermo y con un toque de zurda, mandó la pelota dentro del arco. De ahí en más fue un delirio incontrolable. Martín, en medio de la locura, se dirigió al banco de suplentes y abrazó a su técnico, de ésta manera, Boca seguía soñando con un campeonato que con el pasar de las fechas se iba convirtiendo en realidad. El partido contra Central en Rosario definía el campeonato, con un triunfo Boca quedaba muy cerca del campeonato. Pero los locales se pusieron en ventaja con un gol de Maceratesi. Palermo se hizo presente en el marcador y estableció el empate de penal en una cancha donde a Boca siempre le fue mal con los tiros desde los doce pasos. Martín demostró su personalidad, tomó la pelota y con un fuerte zurdazo al medio del arco puso la transitoria igualdad. Al minuto, Diego Cagna hizo el segundo gol y colocó a Boca adelante en el marcador. En la parte final Central llegó nuevamente al empate y parecía que el partido estaba terminado, aunque en realidad, para Palermo faltaba todavía lo mejor. Serna tiró un centro del lado izquierdo, casi de la mitad de cancha, era un centro común, esos que son siempre rechazados por los defensores sin ningún problema, pero Palermo estaba en el área y eso es peligroso, fue a buscar la pelota y con una hermosa palomita mandó la pelota a la red, de ahí en más todo fué como siempre. No sólo brilló en ese campeonato, sino que también fue el goleador con 20 goles en 19 partidos (en realidad fueron 18 partidos porque hubo uno en el cuál no jugó por estar suspendido). Esa cantidad de goles todavía no fué superada y por su destacada labor dentro de la cancha fué nombrado por los periodistas de todo el continente el Mejor Jugador de América en el año 1998. Con la tranquilidad de haber conseguido un campeonato con Boca, el equipo de Carlos Bianchi encaró el torneo Clausura 1999 con mucha tranquilidad, logró el bicampeonato jugando de gran manera. Palermo ya se había transformado en una pieza fundamental e imprescindible para el funcionamiento del equipo. Logró 12 goles, pero no jugó todos los partidos, porque pasó algunas semanas con la Selección Nacional preparándose, sobre la base de amistosos, para la Copa América que se iba a realizar en Paraguay. Se convirtió en el jugador más importante del país, su corte de pelo era imitado por todos los chicos y se vendían máscaras con su cara, empezaron a llegar las ofertas de los clubes más poderosos del mundo, como el Atlético de Madrid, la Lazio o el Milán.

domingo, 14 de octubre de 2007

Su Carrera: Su paso por Estudiantes de la Plata


Salió de las inferiores de Estudiantes, pasó por todas las categorías, desde novena hasta llegar a primera. En declaraciones hechas a la Revista de Estudiantes, Martín cuenta cómo llegó al club: "Yo de chico seguía los pasos de mi hermano, que era arquero en las inferiores de Estudiantes y me metí también como arquero en las categorías infantiles del club, pero mi hermano dejó el fútbol para jugar al vóley y yo también me fui con él. Hasta que un amigo me invitó a jugar al fútbol en el club For Ever y allí jugué con los mellizos Barros Schelotto, con el Gato Sessa, Jhonsson... Después unos se fueron para Gimnasia y otros para Estudiantes. A mí me había visto Daniel Epeloa, que me trajo a Estudiantes cuando estaba el Bocha Flores como técnico de las inferiores y quedé, al principio me costaba, pero después agarré la titularidad y seguí. Salimos campeones en varias divisiones y con Serfaty éramos siempre los goleadores, desde la novena hasta la quinta, después salté a la Reserva, dónde volví a salir campeón y goleador del equipo junto a Luis Suárez".
Empezó a sacar chapa de goleador en las diferentes categorías, de esta manera se convirtió en el máximo artillero de cada una de las divisiones, Martín fue integrante de una camada de jugadores -la mayoría nacidos en el año '73- que se cansó de ganar todo en las inferiores. Pero le costó muchísimo afianzarse en la primera de Estudiantes.Su debut en primera fue el 5 de julio de 1992, cuando sólo tenía 18 años, fue por la última fecha del Torneo Clausura 1992 y su adversario era San Lorenzo de Almagro, en la cancha de Ferro, el partido terminó empatado y Palermo reemplazó a Freddy Vera al inicio de la segunda etapa.
Jugó 90 partidos e hizo 34 goles.
Vistió esta camiseta hasta 1997, cuando Boca compró su pase.

viernes, 12 de octubre de 2007

La vida de un loco lindo


Biografía


Martín nació en “El Instituto Médico Platense” el día 7 de noviembre del año 1973, bajo el signo de Escorpio.Creció en la ciudad de Las Diagonales.Hizo sus estudios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús y terminó sus dos últimos años del secundario en la nocturna del Normal Benito Lynch.Martín, compartía su tiempo entre los estudios y el fútbol, entre la escuela y la cancha.Desde muy chiquito se vió fuertemente atraído por la pelota pero para nada por los libros. De todas maneras cumplió con la promesa que le había hecho a su papá, terminar el secundario.Siempre fue hiperactivo, muy revoltoso y desde chiquito un referente y un líder positivo.Su hermano mayor era arquero en las inferiores de Estudiantes de La Plata, un día Martín lo fue a ver a un entrenamiento y como faltaba un jugador le preguntaron si quería jugar y él acepto. Luego lo probaron en lo que sería el baby fútbol, también en el mismo club y quedó como arquero. En un torneo organizado por la municipalidad con tan sólo 6 añitos ya había logrado su primer título, él junto a su equipo eran los campeones de ese torneo.Alrededor de los 11 años iba seguido a ver a un amigo que jugaba en el club For Ever él quería jugar ahí, pero tenía que esperar a que terminara el torneo, ficharse y hacer todos los trámites. Un día ya terminado el torneo llegó su gran posibilidad de comenzar a jugar. Lo que nunca imaginó que en uno de esos partidos estaría presente Daniel Epeloa, quién al observar su desplazamiento en el terreno de juego y llamándole mucho la atención de lo que veía, lo llevó a Estudiantes, para que el técnico “El Bocha” Flores lo probara en las inferiores del club, para jugar como delantero, ya que poseía cualidades para desempeñarse en ese puesto. No le resulto fácil al principio ya que no era un juego sino que estaba ya representando al club dónde tenía deberes y obligaciones que cumplir pero una vez afianzado tomando el ritmo y la seriedad que caracteriza un entrenamiento y por sus dotes fue pasando por todas las categorías dejando huellas imborrables hasta llegar a la primera división con tan sólo 18 años, comenzando su carrera oficialmente, formando duplas temerosas, cansándose de hacer goles para el quipo y entendiéndose a la perfección con sus compañeros.

Ni bién comenzó su carrera se ganó su primer apodo, “El Loco”, por sus excentricidades, por su forma de ser tan rara, divertida, espontánea y fresca. Claro a veces se le pasaba un poco la mano en sus cargadas o actitudes y se ganaba tontamente la tarjeta roja, o algún insulto, o crítica ya que se tornaba ofensiva su actitud. Más de una vez provocó la ira de los hinchas y de los mismos jugadores rivales. Alto, rubio, dueño de una presencia intimidatoria, de una zurda potente, de una fuerza anímica que le permite salir siempre adelante, fresco, auténtico, tan diferente a los demás y con sus ocurrencias tan divertidas para algunos y tan criticadas para otros, comenzó paso a paso a construir una carrera maravillosa. Recordando sus inicios hacemos mención, a que un día un entrenador le dijo que sólo servía para cortar el pasto. Hoy, dicha persona estará arrepentido por la equivocación y la torpeza con que se dirigió a este muchachito que hoy es todo un crak.Ese técnico fue Miguel Ángel Ruso el mismo que asumió hace unos días como el nuevo técnico de Boca Juniors, ojalá no vuelva a cometer los mismos errores del pasado. Creemos que el tiempo y aquel mismo muchachito que hoy, ya es todo un hombre y un gran señor dentro y fuera del campo de juego, le taparon más de una vez la boca. Muchos clubes en aquellos tiempos, querían tenerlo entre sus jugadores, pero se disputaron su presencia, Boca y River. Finalmente ganó el primer club y Martín dejó a los pinchas para ir a vivir al pueblo boquense sin imaginar una vez más todo lo maravilloso que le sucedería.Fue convocado para integrar el equipo de La Selección Argentina y el 1 de julio del año 1999 marcó sus dos primeros goles lleno de ilusión. En ese mismo año, llegó a su gol número 100 y sufrió una de las lesiones más graves de su carrera, que lo mantuvo alejado del fútbol durante 6 largos meses. Luego, ganó junto a sus compañeros xeneizes, La Copa Libertadores. Y marcó los dos goles decisivos, para darle a sus compañeros y a todo el pueblo boquense, La Copa Intercontinental, siendo considerado cómo el mejor jugador de ésta Copa.En el año 2001, dejó a Boca para comenzar su paso por el Villarreal, club europeo más precisamente español. Ahí fué dónde sufrió otra de sus lesiones importantes, festejando un gol se le cayó encima de su pierna derecha una pared.En el año 2003 dejó al Villarreal, para pasar a “El Real Betis”, club de la misma procedencia que el anterior.Y en el año 2004, dejó a dicho club, para pasar a El Club Deportivo Alavés, club de segunda división, pero de la misma procedencia que los anteriores. Finalmente en el año 2004, terminó su contrato con El Club Deportivo Alavés, terminando así su gira europea y volviendo a Boca Juniors. Su paso por el fútbol europeo fue bueno, lo hizo crecer mucho tanto en su profesión como en su vida personal.Actualmente sigue en el pueblo boquense y de la mano de éste club, escriben partido a partido la más linda y emocionante de todas las historias.

Las travesuras de Martín:



Haciendo honor a su nombre no ha dejado nada sin hacer, se ha burlado de los rivales de todas las maneras posibles, refregándole sus goles y sus festejos en la cara, sacando la lengua y provocando la ira de los mismos, convirtiéndose en su peor pesadilla. Jugando para Boca, el rival de turno era Newell´s, al hacer un gol se bajó los pantalones mostrando sus atributos y hasta les hizo algunos pasitos de baile. También, jugando para Boca pero ésta vez ante Gimnasia de La Plata, festejó su gol besándose los botines albirrojos por su pasado pincha desatando la ira en los rivales. Y como olvidar sus avioncitos, o cuándo festejó un gol poniéndose una botella en la cabeza o sentado en un banquito o fingiendo un desmayo. Recordamos también cuando se disfrazó de mujer y la infinidad de cambios de look siempre salía con algo nuevo, en cada partido había un Martín diferente por fuera pero el mismo gran jugador y la misma gran persona por dentro. Se dice que los que cambian demasiado su aspecto, no están nunca conformes consigo mismos. Sin embargo, en muchos casos, ésta permanente renovación nos indica un deseo de mostrarse, de impactar y sorprender.Pero para afrontar semejantes transformaciones, tiene que haber algo que sea permanente.Y lo permanente es, sin dudas, la personalidad. Palermo tiene el look que nos hace decir: "todo lo que se haga en el pelo, le queda bien". ¿Por qué? Porque es Palermo y así nos tiene acostumbrados. Porque la forma en que lo luce, hace que muchos fanáticos del número 9 lo imiten, llevando la típica franja rubia que tanto lo caracterizó y que en los últimos tiempos cambió por reflejos entremezclados a lo largo de un pelo un poco más largo.Además de ser una cuestión de marketing, los cambios habituales que el "Loco" Martín Palermo se realiza en la peluquería no dejan de ser, también, una manera divertida de vivir. Lo han criticado tanto cómo lo han elogiado pero él es él, más auténtico, más lindo y más grande no se puede ser. El sigue siendo el mismo de siempre, si bién los años pasaron, nada cambió. Su luz está cada vez más fuerte, tiene ángel y está lleno de dulzura, humildad y tiene un corazón enorme. Siempre jugó como delantero, pero él jamás imaginó que su paso por el fútbol Argentino, más precisamente por Boca, sería tan importante y lo colocaría entre los mejores jugadores y uno de los máximos goleadores de la historia.
Qué no hizo y qué no seguirá haciendo, siempre sorprende con algo nuevo y porqué tiene la pelota a sus pies, Carlos Bianchi lo definió como "el optimista del gol". Por su capacidad goleadora, por la voluntad permanente para llegar a las redes rivales, por tener siempre el arco en la mira desde las posiciones más difíciles y por no bajar nunca los brazos. Es un jugador tan diferente a los demás que no hay nadie que no hable de él, ya sea para bién o para mal. Siempre encuentran algo para criticarle, revolverle alguna herida y obviamente elogiarlo.Con el paso del tiempo fue creciendo, se fue perfeccionando, afianzándose más como jugador y cómo persona, hasta que se convirtió en la pesadilla de todo rival. Nadie quiere toparse con él, porque cuando hay un Loco suelto es peligroso.Actualmente se mide mucho en sus festejos, la etapa de la rebeldía quedó atrás, ahora es todo disfrute, sabiduría, sensatez y ésto se debe a todo lo que evolucionó, porque de errores se aprende y de malos momentos se crece, frase que él dijo más de una vez y con toda razón.Algunos desmemoriados dicen que está viejo, que tiene que jubilarse o darle lugar a los juveniles, pero él se encarga de demostrar con hechos y en silencio que esas críticas no le hacen sombra.Porque esos juveniles antes de ocupar su lugar, tienen que aprender mucho de él, cuántos hay que no rinden, o al menor dolor salen, o juegan sólo un tiempo, en el fútbol argentino se necesitan muchos más jugadores cómo él.Hoy día persigue un sueño, alcanzar a Varallo (máximo goleador de Boca) y seguro como todo lo que se propone lo va a lograr, porque Boca se hizo grande de la mano de un grande, de un Titán, del optimista del gol y de la vida, de un hombre que lleva un niño dentro, que es capaz de hacer gritar, reír, enloquecer, romper mil gargantas y mil corazones, emocionarte hasta las lágrimas y porque está más vigente que nunca, su luz y su ángel lo hacen una personita muy especial, es un grande en todo sentido y merece que su sueño se haga realidad...